El mar fue testigo del amor de esta parejaza, bueno… ¡y nosotros!
Recogimos cada mirada, cada beso, cada caricia y aunque no hicimos vídeo, captamos también el sonido de los latidos de los corazones de Víctor y Lidia. Ha sido genial vuestra amabilidad y aceptar cada pequeña locura que os proponíamos.
Queremos daros las gracias por contar con nosotros y dejar que contemos vuestra historia en imágenes.
¡Por una eternidad amándoos!
❤